lunes, 8 de julio de 2013 | By: Paco Lainez

Verano… primer amor



Fue tan fugaz el verano
que no sintió el agobio
pegajoso del Levante.
Enrolado en los cabellos
de una niña de arena,
de reír exuberante,
ojos... como de aguamarina
y candorosas sonrisas.
Ay, niña de arena y olas
cuantos días buscando
sueños en las cavidades
mágicas de las caracolas.
Y él, celoso de los vientos
que provocaban sus risas
cuando atrevidos la besaban
y acariciaban con su brisa.
Absorto, sentía su liviandad
de ninfa sobre el agua,
hasta imaginarla ingrávida
en el tobogán de las olas.
Al finalizar el verano
en una fugaz despedida,
sus bellos ojos glaucos
denotaban tristeza,
besó sus párvulos labios
y él, por vez primera supo
que esos labios estaban
cargados de promesas.



3 comentarios:

María dijo...

Las olas se mecen entre el sentir de su mirada, la brisa acaricia su piel y la arena bebe de su agua.

Felices vacaciones.

Un beso.

Beatriz Cáceres dijo...

Precioso...

Un abrazo.

María OG dijo...

El primer amor es como el primer baño en el mar, siempre deja una sensación imborrable en la memoria de nuestra piel.
Muy bonito amigo.
Un beso.

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