jueves, 13 de diciembre de 2012 | By: Paco Lainez

Balcón a los sueños


Abrí, un anochecer abrí
un balcón a los sueños
expectante, ilusionado,
cada madrugada recibí
mil inesperadas visitas,
más ninguna adivinó
mis utopías, mis delirios.


Sin fe, desesperanzado
hube de partir tras ellos,
cargando una mochila
de ensueños y quimeras,
en un viaje sin destino
por ser este inesperado,
un viaje a un universo
donde reinaba la bruma.


En ese feudo encontré
un lugar adonde nunca
oyeron hablar de sueños,
un sitio adonde nunca
antes nadie había soñado,
un paraje donde nunca
se abrieron los balcones,
para que pasasen libres
los sueños, las ilusiones.


En ese ambiente sombrío
te ahogaba la atmósfera
de opresión y penumbra
de esa tierra inhóspita
y opté por desterrarme
de ese rincón tenebroso,
adonde sus habitantes
viven con el alma vacía,
quedarme para qué,
sabiendo como sabía
que allí jamás soñaría.


2 comentarios:

Jana la de la niebla dijo...

No sé cómo se me había pasado tu entrada, y acabo de ver que hace unos pocos de días que la publicaste, Salvochea.
Tus versos me hacen sentir identificada, "quedarme, para qué, sabiendo como sabía que allí jamás soñaría"... es que estoy en una etapa bastante depresiva, estoy dejando de soñar y mirando a la vida de una manera que no debería.
Que estas Navidades te hagan sentir la belleza del mundo, de los sueños, de compartir cada día con amor, y que el 2013 venga cargado de esperanzas e ilusiones para ti y para los tuyos.
Un fuerte abrazo desde Villafranca hasta El Bierzo.

María dijo...

Viajes de ensueño, caricias de amapola, lugares que acarician, almas que abrazan.

Deseo que tengas unas felices fiestas llenas de amor, paz y felicidad y que tengas un feliz año en el que todos tus deseos anhelados se vean cumplidos.

Un beso.

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