martes, 14 de junio de 2011 | By: Paco Lainez

Aprendiendo


He aprendido a escuchar

la soledad mientras oía,

como medraban fértiles

las esporas del silencio,

bajo las ramas torcidas

de los coloridos rosales.

En un simple descuido

oliendo las fragancias

de rosas aterciopeladas,

entre invisibles espinas

dejé jirones de mi piel

por donde mis arterias

semejando alquitaras

a gotas se desangran.



Que culpa tiene la rosa

si yo soy el descuidado.

2 comentarios:

Jana la de la niebla dijo...

Más que hermosos, Salvochea. Especialmente los dos últimos versos "qué culpa tiene la rosa si yo soy el descuidado", hay que leerlos y releerlos.
Muchos besos desde Villafranca, donde el calor de junio ya está despertando.

Marisa dijo...

Aprendiendo del silencio,
es este un magnífico maestro.

Muy bellos versos

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