viernes, 1 de noviembre de 2013 | By: Paco Lainez

Llegaste...



Llegaste arrasadora
como una marejada,
envuelta en una aureola
como llegan los sueños,
pasaron cuarenta otoños
y aún vivo recordando
aquella tempestad,
juvenil, arrolladora,
aún me sigo viendo
envuelto entre tus olas.



4 comentarios:

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Amores que dejan huella, como el golpe de mar sobre las rocas.
Un saludo :)

María dijo...

La tempestad es el firmamento del placer y del gozo.

Un beso.

Paco Lainez dijo...

Gracias por vuestras palabras.

Saludos desde El Bierzo

María OG dijo...

Siempre se recuerdan esos momentos que impactan en el alma.
Saludos.

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