Si mi pluma marinera
un día cambió la mar
por la belleza del monte,
no es que ya no te quiera
es que cambió el horizonte
de mi pluma marinera.
Ahora sueño los sueños
en las alturas del monte,
porque desde allí diviso
nítidos los horizontes.
A veces mientras subo
los empinados senderos,
por la verde espesura
de hayedos y robledales,
transito entre sueños
envuelto en las nieblas,
que hace que los caminos
parezcan casi irreales.
Hace ya tanto tiempo
que dejé de soñar
entre la espuma alba
de las olas de la mar.
Hace ya tanto tiempo
que casi me olvido,
que allí fui nacido
y con sabor a salitre
aprendí a mamar.
Si mi pluma marinera
un día cambió la mar
por la belleza del monte,
no es que ya no te quiera
es que cambió el horizonte
de mi pluma marinera.
Arrastrado por los vientos
llegué a las tierras frías,
dentro de mis pensamientos
estas cada hora del día.
De esta forma y manera
espero que llegue la hora,
para invertir la travesía
y bañarme en tu ribera.
Si mi pluma marinera
un día cambió la mar
por la belleza del monte,
no es que ya no te quiera
es que cambió el horizonte
de mi pluma marinera.
De mi libro " La mar de tu mirada"
2 comentarios:
desde cualquier mirada el mar siempre resulta maravilloso
un abrazo
Pero siempre será marinera, de Cádiz, el alma de esa pluma, ¿verdad?
Me gustan mucho los poemas que estás publicando últimamente, aunque no sepa comentarlos bien.
Un abrazo desde este diluvio de Villafranca, entre goteras.
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