miércoles, 12 de junio de 2013 | By: Paco Lainez

Nítido azul



La marea refluyó
en el mar de tus ojos,
la brisa se llevó
las nubes que oscurecían
la celosía de tu mirar,
ahora liberados brillan
con un nítido azul
que hiere de reflejos,



efímeros, inciertos,
como fuego al caer
sobre la mar serena
cuando ronda la noche
el púrpura del ocaso


Irrumpe perfumado
ese tiempo de silencio
que llenará las horas
de vigilia, de sueños,
cargados con los olores
salinos de la marejada,
o la dulzona fragancia
que la Dama de Noche
airea cada madrugada.
Invade mis estancias
asaltando mi lecho,
embriagando mi almohada.



Mientras la duermevela
me alejaba horizontes
que ayer eran cercanos,
cicatrizan las heridas
que me dejaron abiertas
los besos de tus labios,
las caricias de tus manos.
Ahora solo me queda
un inmenso piélago,
una inalcanzable orilla
entre las dunas efímeras
de tus senos y tu vientre
y los abruptos arrecifes
de la amnesia y el olvido,
del que contra mi pesar
ahora me siento cautivo


3 comentarios:

María dijo...

Una entrada muy bella, muy dulce, con unas letras sensuales, y las imágenes preciosas.

El horizonte se viste de caricias desde la mirada azul de sus ojos, el cielo por testigo y la brisa del mar que perfuma su cara.

Un beso.

Joaquín Galán dijo...

Me ha parecido apreciar que son tres los poemas que nos regalas en esta entrada,y los tres son de una gran belleza lírica.
La nostalgia del amor,cuando el amor ya no está, es la base de la poesía lírica y aquí lo has demostrado con creces Paco.
Preciosos versos.Me gustaron un poco más los primeros,exquisitos.

Abrazos.

Arena dijo...

dulces versos de sensualidad escrita

un abrazo

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