Hoy, cuando aún
alboreaba
salió a pasear
vestido, bueno,
no sé, si vestido
o desvestido,
lo vi y tan solo
se cubría
con la espuma de
los sueños,
en su cara
llevaba marcada
la señal que deja
el salitre
cuando en la mar
te bañabas,
o quizás fuese
aquella marca
que dejaban en
tus mejillas
las lágrimas
cuando llorabas.
Al alba iba
cubierto de sueños
y de espuma
plateada, lo vi,
no sé, si vestido
o desnudo
a mi, me pareció
que lloraba
con una voz de
llanto rota,
le pregunté y
quise entenderle,
que yacía sobre
el lecho yerta
que su amor lo
abandonaba
y su muerte era
su derrota.
Al alba iba
cubierto de sueños
y de espuma nacarada,
lo vi,
a mi, me pareció
que lloraba.
5 comentarios:
Un poema donde la soledad habla por sí misma.Y es la soledad más cruel,aquella que nos invade cuando nos abandona el amor.
Gracias por tu visita a mi blog.
Saludos desde Cáceres.
Sólo el llanto es lo único cierto, lo que más cerca se siente en estos versos a pesar de ir vestidos de sueños... Tristes pero también bellos por que a pesar de la tristeza hay hermosura en ellos .
Un abrazo
Creo que es uno de los poemas tuyos que más me han gustado, es hermoso y muy, muy triste. Los últimos versos me dan ganas de repetirlos una y otra vez, en voz baja.
Un enorme abrazo, Salvochea.
tristes tus palabras. igual de triste el sentimiento
un abrazo
Tristeza .. dentro de la belleza de tus letras .. Me ha encantado..
Un abrazo
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