Trágicos llantos trae
el alba,
copiosos sollozos la aurora
abatida, desconsolada,
no deja de jarrear sangre
para expiar las crueldades
por los dolores del mundo,
un mundo que se desangra
desbordante como un río,
una ciénaga sangrienta
que arrasa los continentes.
El poeta siempre utópico,
siempre orate visionario,
recitaba, cada día solitario
declamándole a los vientos
sus desgarradores versos.
En la plaza húmeda, fría,
con su perro y su guitarra,
nadie se para a escuchar
las sempiternas verdades
de sus valientes cuartetas.
Unos contando millones,
otros, asesinos infames
cadáveres por las cunetas.
La mayoría vergonzante,
niega al cantor su mirada
para que quiere nadie ver
la hambruna sobre la tierra,
ni los muertos de la guerra
para que quiere nadie oír
las certezas del coplero,
las verdades del poeta.
1 comentarios:
Trágicos llantos en estos versos recitados al viento.
Un beso.
Publicar un comentario