Aún hay un pueblo que
busca
bajo la tierra las
huellas
de sus desaparecidos.
Setenta años después
aún buscamos a aquellos
que un día soñaron la
belleza,
el esplendor
inalcanzable
de un pueblo instruido
y dueño de las tierras
regadas con sus sudores,
El sueño de la eterna
primavera,
la solidaridad, algo
hermoso,
fraternal, que el Sol
saliese
como sale cada día,
pero que calentase para
todos.
Un inalcanzable canto
liberador.
Setenta años después
será que aún les duele
que sigamos recordando.
Que tenemos memoria
y en un rapto de
generosidad
les pondremos un puente
de plata
para que marchen…
y olvidando rencores
que vuelvan cuando
quieran,
pero con los mismos
derechos
y las mismas obligaciones.
Mañana…pasado…
ese día habrá de
llegar.
no será la panacea,
ni el canto libertador
de un pueblo
en su libertad sustraída,
no, pero será el sueño
de época nueva…
un tiempo deseado.
1 comentarios:
Setenta y cinco para ser más exactos, Paco. Es un escándalo lo que ocurre en este país pues mientras no se haga justicia con los caídos del bando perdedor, nunca se cerrarán aquellas heridas de una guerra injusta e incivil por muchos años que pasen.
Saludos y salud.
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