Quiero
llevarme la vida,
adonde se
cuelgan los sueños,
olvidarme de
sus miserias,
ganar al
tiempo esa partida
ser el dueño
de mi vida.
Vida llena de
recelos
que no colma
mis anhelos,
solos tu y yo
amada,
una vida sin
mentiras
sin infiernos
y sin cielos.
Así es la
vida que quiero
una casita en
el monte,
donde se vea
la luna
donde habiten
los luceros.
Donde la vida
sea vida
donde
resuenen los truenos,
donde el
relámpago alumbre
donde pueda
ver la nieve
que pervive
en los neveros.
Escuchando cada noche
sentados allí
al sereno,
el suave
murmullo del agua
jugando por
los regueros.
Oír en la
lejanía
como suena la
berrea,
y cuando aúllen
los lobos
ver como se
prepara
para proteger
el rebaño
el mastín a
la pelea.
Solos tu y yo
amada
una casita
pequeña,
cuatro
cositas de nada
un buen fuego
y buena leña.
2 comentarios:
Lo que describes es ideal, Salvochea. Me ha recordado a un poemita que escribí yo de casi niña, "quisiera hallar una aldea", y también pedía esas cosas sencillas, entrañables, y nieve, y fuego en la chimenea... comparto ese sueño.
Me encanta que sigas por aquí. Un abrazo fuerte.
Sería maravilloso poder contemplar los sueños a la luz de la luna
un abrazo
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